Los cristales son una gran fuente de energía, aparte de su majestuosidad y belleza aportan bienestar y armonía en nuestro espacio de vida. Un cristal mientras más grande es más energía emana en el ambiente, cada uno tiene propiedades diferentes, algunos traen abundancia financiera a nuestro negocio otros ayudan a traer paz y serenidad a nuestro hogar. Eleva nuestro nivel vibratorio, aleja la energía negativa, fomenta momentos de felicidad, protege e incluso sirve como escudo contra el mal. El estilo del cristal permite que arroje energía de diferentes formas, con algunos como la punta puede direccionar la energía hacia un punto en específico, otros como la geoda reúne y contiene la energía liberándola poco a poco.